martes, 11 de septiembre de 2012

Carlos Raul de la Torre 1940 - 2012 .

Carlos Raul de la Torre.
Feliz dia del maestro, para un ejemplo de vida,te extrañamos como nunca.

DOCUMENTAL
Carlos Raul de la Torre el rosarino

Carlos de La Torre: 1940 - 2012

PROYECTO DE DECLARACION de la honorable camara de diputados de la nacion
Expediente 7241-D-2012  -  Fecha: 11/10/2012
EXPRESAR PESAR POR EL FALLECIMIENTO DE CARLOS DE LA TORRE, MAESTRO, SINDICALISTA Y
 DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS.


El jueves 6 de setiembre murió en la Capital Federal el maestro rosarino Carlos de la Torre, quien en su mochila de vida portaba largos años de militancia gremial y social.
Su deceso se produjo en vísperas de cumplirse treinta y nueve años de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
Aquel suceso histórico para la docencia del país había comenzado el 11 de setiembre de 1973 y culminó en las primeras horas del día 12. Quienes de él participaron aún recuerdan las alegrías y las penas que se aunaron en aquella madrugada fundacional.
Obviamente, las alegrías tenían razón de ser en esa maravillosa unidad que se había logrado tras años de intentos frustrados para reunir en una entidad fuerte y representativa a los maestros y profesores del país.
Las penas venían desde el otro lado de la Cordillera con la luctuosa noticia de la destitución y muerte de aquel prohombre de la civilidad y la democracia que se llamó Salvador Allende.
Entre los que reían y lloraban estaba Carlos de la Torre, quien en aquella jornada singular había sido electo para integrar la primera Junta Ejecutiva de la CTERA.
Junto a los porteños Carlos Alberto Rocchi (quien tras su prematura muerte fue remplazado por Alfredo Bravo) y Juan Carlos Comínguez, al tucumano Francisco Isauro Arancibia, y al cordobés Simón Furlán, De la Torre integró el secretariado de la naciente entidad.
Por entonces, tenía 33 años. Se había iniciado en el gremialismo en la
hoy desaparecida Federación del Magisterio. Pero en 1971 y ante las actitudes dubitativas que esa entidad tenía frente a los intentos de la dictadura de entonces por desarticular el sistema educativo, rompió con ella y junto a otros compañeros y compañeras crearon el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Rosario (SINTER).
En junio del año siguiente, el SINTER fue una de las 27 entidades que dieron vida a la Central Unificadora de Trabajadores de la Educación (CUTE), entidad que se proponía lograr "que toda la docencia, cualquiera sea su rama, jurisdicción u organismo de dependencia, se unifique en un sindicato único, con personería gremial, de la misma manera que todos los demás trabajadores del país".
Haría falta llegar a agosto de 1973 para que la minoritaria y ambiciosa CUTE, y el mayoritario Acuerdo de Nucleamientos Docentes (AND) se encontraran en el Congreso de Huerta Grande (Córdoba) y acordaran una "Declaración de Principios" que suscribieron 95 organizaciones en representación de 127.000 afiliados.
Vale la pena recordar aquella Declaración de Principios que De la Torre votó, no sólo para saber qué pensaban los maestros de entonces, también porque ella fue -junto a la práctica de la democracia sindical- el eje que articuló a distintas corrientes que diferían tanto en lo ideológico como en lo organizacional y que durante aquellos años iniciales de la CTERA supieron sacarse chispas en las fogosas contiendas verbales que tenían lugar en los hoy legendarios confederales de la entidad.
Aquel acuerdo en torno a los principios comunes se resumió en ocho puntos:
1º) La educación es un derecho de todo el pueblo y, por lo tanto, constituye un deber y una función imprescriptible, indelegable e inalienable del Estado, que responderá a las necesidades individuales y sociales del hombre argentino. 2º) La educación debe ser común, única, gratuita, obligatoria, no dogmática, científica, coeducativa y asistencial y contar con los recursos necesarios, suficientes y permanentes para lograr en los distintos niveles una real igualdad de oportunidades para todos, la que sólo puede tener plena vigencia eliminándose las trabas sociales, económicas y culturales que la impiden. 3º) La formación del docente y el otorgamiento de sus títulos, para todos los niveles y modalidades, es función exclusiva e inalienable del Estado. 4º) El docente debe participar efectivamente en el gobierno, planeamiento y política de la educación a través de su organización gremial. 5º) Es obligación de la organización gremial docente, defender los derechos profesionales, laborales, salariales, previsionales, asistenciales y culturales de toda la docencia en actividad, pasividad o aspirantes a cargos, sin distinción de ramas, niveles ni jurisdicciones. Esta misma defensa, con respecto a los docentes que se desempeñan en el sector privado, de ninguna manera significa convalidar la privatización del sistema educativo. 6º) Toda discriminación política, religiosa, racial o ideológica es rechazada por la entidad que mantendrá absoluta prescindencia de toda posición político partidista o confesional, sin que esto obste el ejercicio que, como ciudadanos hagan sus miembros de los derechos y libertades que emanan de la Constitución, o sus leyes y de los derechos humanos que, como conquistas, surjan de las luchas populares. 7º) Todas las organizaciones gremiales docentes del país son hermanas. Serán admitidas en el seno de la entidad confederal, a condición de compartir sus principios y encuadrarse dentro de las normas estatutarias. 8º) La solidaridad es la base de la acción gremial de la entidad.
Bajo el paraguas de los principios compartidos, se llegó al 11 de setiembre de 1973 y al Congreso de Unificación que ese día sesionó en la escuela Nº 4 del porteño barrio de Villa Pueyrredón con la presencia de delegados de más de 140 organizaciones.
Paralelamente a sus responsabilidades en el secretariado de la CTERA, de la Torre siguió encabezando al combativo SINTER; lo que le valió ser amenazado de muerte en 1974 por la tenebrosa Triple A. Ante ello, los maestros rosarinos resolvieron en asamblea movilizarse masivamente hasta la comisaría 1º de Rosario para denunciar las amenazas, mientras exigían que las autoridades políticas garantizaran la vida de sus dirigentes.
En junio de 1975, el país se conmovió ante el anuncio de reformas económicas dispuestas por el entonces ministro Celestino Rodrigo. Se trataba de una inmensa transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia el capital concentrado. Bajo esa circunstancia nació un nuevo actor político: el trabajador de base que nucleado en las Mesas Coordinadoras de Gremios en Lucha pasaron por encima de conducciones sindicales burocráticas y virtualmente paralizaron la actividad económica del país durante semanas hasta lograr la renuncia de Rodrigo y de su jefe inmediato José López Rega.
En la Mesa del Gran Rosario, se encolumnó el SINTER y, con de la Torre a la cabeza, los maestros compartieron la lucha con los obreros de la fábrica John Deere de Granadero Baigorria, los de la petroquímica PASA de Puerto Gral. San Martín y los de otros establecimientos fabriles del cordón industrial rosarino. Como en otras partes del país, los docentes asumían en pleno su condición de integrantes de la clase trabajadora.
Meses más tarde, el golpe militar del 24 marzo de 1976, pegó duro entre los educadores. A las pocas horas de consumarse, fuerzas del Ejército ingresaron a la tucumana Asociación de Trabajadores de la Educación (ATEP) y acribillaron a balazos al ya nombrado Francisco Isauro Arancibia. El mismo día apresaban a la jujeña dirigente de CTERA Marina Vilte, luego liberada y recapturada el siguiente 31 de diciembre, fecha desde la cual permanece desaparecida. Igual destino tendrían numerosos activistas y dirigentes de la docencia.
Meses después, en setiembre de 1977 y mientras daba clase en su escuela porteña fue secuestrado el entonces Secretario General de la CTERA y futuro diputado nacional Alfredo Bravo. Viejos afiliados del SINTER recuerdan que el sindicato promovió acciones para reclamar por su aparición con vida. "Aunque no pudimos hacer una movilización general, por las difíciles condiciones, -dicen- promovimos actos en muchas escuelas donde se denunció su secuestro y fuimos parte activa, junto a otras organizaciones, nacionales e internacionales, en la campaña para lograr, primero su aparición con vida y luego su liberación".
Bajo estas duras circunstancias ya funcionaba la delegación Rosario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) a la que de la Torre copresidiría durante décadas. En un comienzo, había sido motorizada por el propio SINTER para defender la vida y la integridad de los propios docentes. Pronto debió multiplicarse para defender al resto de la ciudadanía agredida de diferentes formas por el poder dictatorial.
En 2005, el portal de Internet "Enredando" entrevistó a de la Torre, quien así evocó aquella dura etapa de la APDH rosarina: "Ya después de 1976 -dijo-, con el gobierno militar, aquella misión de autodefensa para los docentes de APDH, debió ampliarse ante la escalada represiva. Así, fuimos responsables de presentar cientos de hábeas corpus a la justicia. Trámite que se repitió incluso en los primeros meses de la vida democrática. Es que nosotros - agregó- seguimos reclamando aparición con vida de los compañeros desaparecidos".
Para quienes no vivieron aquella etapa luctuosa, cabe aclarar que, por entonces, presentar un hábeas corpus era algo parecido a exponer la vida.
Cuando la dictadura comenzaba a transitar barranca abajo, desconoció por decreto a los sindicatos departamentales como el SINTER en los que, hasta entonces, se nucleaban los docentes santafesinos. Esta circunstancia hizo que en 1983 el gremio conducido por de la Torre tuviera que integrarse a la estructura provincial que se armó en torno a la prexistente Asociación del Magisterio de Santa Fe, la actual AMSAFE.
Con el retorno de la democracia, de la Torre integró la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP).
El 19 diciembre de 2001, los militantes de la APDH rosarina recorrieron hospitales para localizar y auxiliar a las víctimas de la represión con la que se intentó aplacar la rebelión popular que ese día se extendía por todo el país. En eso andaba de la Torre cuando se enteró que en la Escuela 756 "José María Serrano" ubicada en el humilde barrio de Las Flores y de la que él era director, la policía provincial había asesinado Claudio "Pocho" Lepratti, quién había cometido la osadía de exigirles a los uniformados que no tiraran contra la escuela en la que había niños comiendo la comida que él les preparaba.
Gracias a León Giecco, Lepratti es recordado como "el ángel de la bicicleta". Años después del hecho, de la Torre evocaba nostalgioso aquella trágica jornada: "Esa fue la tarde -dijo- que perdimos al Pochito. Yo recuerdo con cariño como a él algunas maestras lo peleaban, porque a veces llagaba transpirado a preparar la comida, después de pedalear tantas cuadras".
Durante el último tramo de su vida, de la Torre siguió siendo un comprometido defensor de los Derechos Humanos. Al momento de su muerte, integraba el Consejo de Presidencia de la APDH nacional.
Al recorrer la vida pública de de la Torre nos hemos detenido adrede en momentos culminantes de un pasado no lejano que lo tuvieron como protagonista. Tal vez, "Carlitos" no haya sido una figura estelar en ellos, pero fue uno de esos imprescindibles fogoneros que hacen funcionar a la locomotora de la historia.
Creyendo que el ciudadano Carlos de la Torre merece el reconocimiento de esta H. Cámara, solicitamos la aprobación de este proyecto.
LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION EXPEDIENTE 7241-D-2012 



Feliz haciéndose el distraido en una foto familiar. 

Clarín: (Diario Capital Federal, Bs. As.)

Murió uno de los fundadores de la CTERA y de la APDH rosarina


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08/09/12
El maestro Carlos de la Torre, miembro de la primera junta de la CTERA en 1973 y fundador de la APDH en Rosario, falleció en Buenos Aires y fue sepultado en el cementerio El Salvador de Rosario. Docente y ex director de la Escuela Serrano del barrio “Las Flores” de Rosario, vivió de cerca la represión de diciembre de 2001 y en el techo de su escuela fue asesinado Claudio “Pocho” Lepratti, auxiliar de cocina en el comedor de esa escuelita de zona sur.
“Recordamos a Carlos como un docente rosarino que fue un faro con su militancia gremial y política para una generación de compañeros, integrante de la primer Junta Ejecutiva de la Ctera en el 73, miembro del Sinter y forjador de la historia viva de nuestra querida Amsafé”, expresó en un comunicado este gremio santafesino.
Mural homenaje a Carlos de la Torre.
Amsafé Rosario señaló que “su aporte desde el aula y desde su militancia afianzó la lucha docente”.
A 20 años de la Marcha Blanca, el dirigente había recordado la masividad de aquella jornada de 1988: “Partimos de Rosario con varios colectivos y autos hasta Capital, y cuando estábamos en San Nicolás todavía había gente saliendo de la ciudad”.
Recordó en aquella oportunidad, en declaraciones a un diario de Rosario, que esas jornadas fueron una “bisagra que, ligado a la Carpa Blanca, fue el de mayor nivel de conciencia y de unidad nacional de la docencia, porque los valores que habíamos planteado tenían que ver con la mística de la solidaridad y el respeto”.
La Capital: (Diario Rosario)

Lunes, 27 de agosto de 201215:42 | La Ciudad

Falleció en Buenos Aires el docente rosarino y director de escuela Carlos de la Torre

Carlos de la Torre fue director de la escuela Serrano, en barrio Las Flores. Militante comprometido con la escuela pública, integró la primera junta ejecutiva de Ctera en 1973.


Carlos De la Torre, en una visita a La Capital en 2008. (Foto: A. Celoria / Archivo)



En el día de ayer falleció en la Ciudad de Buenos Aires el maestro Carlos de la Torre, docente y ex director de la Escuela Serrano de Barrio Las Flores de Rosario. Según pudo saberse, de la Torre falleció por una afección coronaria. Hoy sus restos son velados en la cochería Caramuto, de Córdoba al 2900.
"Recordamos a Carlos como un docente rosarino que fue un faro con su militancia gremial y política para una generación de compañeros, integrante de la primer Junta Ejecutiva de la Ctera en el 73, miembro del Sinter y forjador de la historia viva de nuestra querida Amsafé", expresó mediante un comunicado el gremio provincial de los docentes públicos de la provincia.
Amsafé Rosario, por su parte, destacó a de la Torre, quien "con su aporte desde el aula y desde su militancia afianzó la lucha docente". Tanto la delegación local como provincial del gremio expesaron además sus condolencias a la familia del maestro.
En una entrevista concedida al suplemento Educación de La Capital, a 20 años de la Marcha Blanca, el propio de la Torre sintetizó con una anécdota la masividad de aquella jornada de 1988: “Partimos de Rosario con varios colectivos y autos hasta Capital, y cuando estábamos en San Nicolás todavía había gente saliendo de la ciudad”.
Recordó en aquella oportunidad que esas jornadas fueron “un punto bisagra que, ligado a la Carpa Blanca, fue el de mayor nivel de conciencia y de unidad nacional de la docencia, porque los valores que habíamos planteado tenían que ver con la mística de la solidaridad y el respeto”.
Como director de la Escuela Nº 756 José María Serrano le tocó vivir de cerca la violenta represión policial de diciembre de 2001 en barrio Las Flores. Precisamente en el techo de su escuela fue ultimado Claudio "Pocho" Lepratti, quien al momento de su asesinato trabajaba como auxiliar de cocina en el comedor de la escuelita de zona sur.
Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos señalaron además que el docente fue miembro fundador de APDH Rosario y presidente de esta delegación hasta su renuncia en el año 2006.
Mural homenaje a Carlos de la Torre.
Por otra parte el Consejo Deliberante de la ciudad de Rosario hizo Homenaje:
Del edil Alberto Cortés, del Partido Socialista Auténtico (PSA)-Proyecto Sur, se aprobó una declaración
por la que el Concejo expresa su pesar por el fallecimiento de quien fuera reconocido dirigente docente,
impulsor de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y
titular de la APDH Rosario, Carlos de la Torre.
Siempre estas y estarás en nuestros corazones. 
Nos encantaría volver a
 escuchar tu voz tan particular y obviamente volverte a ver. Exitos, seguro que estas muy bien. 

Te saludan Toda tu familia, Mariano, Javier, Marcelo, Patricia, Carlos Jr, nietos, todos tus parientes, tus compañeros, madres y abuelas de plaza de mayo, docentes, no docentes, militantes, amigos, tu mascota "Boy" tu esposa Dora y todo aquel al que  hayas  ayudado sin esperar nada a cambio como por ejemplo en defensa por los derechos de todos, en comisarias y cárceles tambien... Miles y miles de Gracias.


Carlos de La Torre (ex dirigente docente) falleció a los 72 años, después de una
nueva operación cardiovascular, en Bs. As. 


La historia de Carlos de La Torre, como dirigente docente, comienza con la histórica huelga del ´71 de 35 días, que a pesar de no conseguir aumento de salario, derrotó el proyecto de la "escuela intermedia", (la ley Federal de entonces) que quería imponer, en la anterior dictadura, el ministro Bruera.


La traición de esa huelga, por parte de la dirección de la Federación del Magisterio (alianza liberal-PC), encabezada por Amelia Martinez Trucco, significó que el sector combativo de esa heroica huelga, encabezado por Carlos de la Torre y otros dirigentes, rompiera con esa conducción y creara el SINTER (Sindicato de los Trabajadores de la Educación de Rosario). Ya por su definición el sindicato se identificó claramente como una organización gremial, rompiendo con la tradición "profesional" de carácter liberal y más precisamente como "trabajadores de la educación". El SINTER albergó a todas las corrientes combativas de la docencia, pero promovió asambleas conjuntas de todas las entidades, en lo que se llamaba la "Casa del maestro", donde el activismo motorizaba masivos planes de lucha.

Carlos de la Torre y otros dirigentes del SINTER fueron amenazados por la tripe A en la época de López Rega/Isabelita. Una histórica asamblea, convocada en el local sindical (Pellegrini y Maipú) planteo la defensa y seguridad de los compañeros y al final se movilizó masivamente hasta la comisaría 1ª de Rosario (por jurisdicción) para denunciar estas amenazas, a la vez que exigió a las autoridades políticas garantías por sus vidas.

En las jornadas de junio-julio de 1975, cuando se declaró, de hecho, la huelga general en el país, sin que la convocara la CGT, el SINTER integró, la coordinadora de Zona Norte del Gran Rosario. Las columnas de docentes rosarinos se movilizaron con los obreros de la fábrica John Deere de Granadero Baigorria, los obreros de PASA (petroquímica) de Puerto Gral. San Martín y de otras fábricas del cordón, cuyas internas habían ganado los sectores combativos.

En representación de la entidad participó del congreso de fundación de la CTERA del año 1973, en lo que se denominó el Congreso de Huerta Grande (por el lugar y por la trascendencia de los principios que le dieron nacimiento). Carlos de la Torre, en representación del SINTER, ocupó por la minoría, la secretaría adjunta de la naciente entidad. 

Durante la dictadura, y ante el secuestro de Alfredo Bravo (Sec. Gral. de CTERA en esa época), el SINTER promovió acciones para reclamar la aparición con vida del dirigente. Aunque no pudimos hacer una movilización general, por las difíciles condiciones, promovimos actos en muchas escuelas donde se denunció su secuestro y fuimos parte activa, junto a otras organizaciones, nacionales e internacionales, en la campaña para lograr, primero su aparición con vida y luego su liberación. 

Sobre final de la dictadura, vino una etapa decisiva para el SINTER. La vieja Federación del Magisterio, (con su misma alianza liberal PC) amparándose en la ley de asociaciones gremiales de ésta y pensando en el recambio institucional, se largó a legalizar un sindicato provincial que se llamó Asociación del Magisterio de Santa Fe (la actual AMSAFE). Carlos de la Torre propuso la disolución del SINTER y el ingreso en forma individual a ese "nuevo" sindicato. La mayoría de los activistas, que seguíamos manteniendo reuniones de la entidad, ahora en el local del centro "Unión Republicana" nos oponíamos y pensábamos que había que dar una batalla en defensa del SINTER, de su programa y fundamentalmente de su naturaleza combativa. Finalmente, sin asamblea y pero con el peso de su autoridad gremial, Carlos de La Torre impuso, "de hecho" su planteo. 

Carlos de la Torre, fue fundador de la línea nacional, que luego se llamó la "Lista Celeste", pero sus vacilaciones y los límites de su política, no deben ser asociados a esa dirección, que copó la CTERA, no debe confundirse con Garcetti y Mary Sánchez, que entregaron la huelga nacional del ´88, tampoco con la reforma, que este aparato burocrático impuso, como los estatutos cárcel que eliminaron los confederales (congresos con mandato), con la lista completa, para borrar a las minorías, con la expulsión de entidades opositoras, con el apoyo de esa conducción al menemismo (en el acto de River) y con la historia más reciente de Marta Maffei, Yasky, Tessa, etc. sometidos a los gobierno de turno.

Para los que formamos parte de la dirección de AMSAFE Rosario recuperada, que defendemos la independencia política de los trabajadores, frente al estado y los partidos patronales, reivindicamos al SINTER y este es nuestro reconocimiento al compañero Carlos de La Torre.

"Muni" Finkelstein (28/8/2012)

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